NORMAS LINGÜÍSTICAS Y TÉCNICAS DE LA PRODUCCIÓN DOCUMENTAL
NORMAS LINGÜÍSTICAS Y
TÉCNICAS DE LA PRODUCCIÓN DOCUMENTAL
PROCESOS DE UN PROGRAMA DE
GESTIÓN DOCUMENTAL
La Ley 594 de 2000 en su Artículo 22. Procesos
Archivísticos. Establece que la gestión de documentos dentro del concepto de
Archivo Total, comprende procesos tales como la producción o recepción, la
distribución, la consulta, la organización, la recuperación y la disposición
final de los documentos. Para efectos de la conceptualización de un programa de
gestión documental, se determinan los siguientes procesos que estarán
interrelaciones entre sí y se desarrollarán en las unidades de
correspondencia y durante las etapas del ciclo vital del documento (Archivo de
Gestión, Archivo Central y Archivo Histórico):
1. Producción.
2. Recepción.
3. Distribución.
4. Trámite.
5. Organización.
6. Consulta.
7. Conservación.
8. Disposición final de documentos.
Desarrollo de la gestión documental
Durante siglos, la gestión documental en
las organizaciones fue el dominio exclusivo de administradores, archiveros y
bibliotecarios, cuyas herramientas manuales básicas eran los libros de
registro, las carpetas, archivadores, cajas y estanterías en que se guardan los
documentos de papel (y más tarde los audiovisuales y los documentos en soportes
magnéticos u ópticos), los ficheros o kárdex que permiten hacer referencias
cruzadas y una larga lista de técnicas de recuperación de información mediante
sistemas de codificación y clasificación. Más recientemente se fueron sumando a
ellos los informáticos, que son cada vez más necesarios debido a la complejidad
y nivel de sofisticación que van alcanzando los sistemas computacionales de
apoyo de la actividad administrativa. Aunque los informáticos benefician
sustancialmente la gestión documental, aun los profesionales en sistemas de
información son los expertos en los flujos de documentos y los procesos de cada
documento de soporte papel o electrónico.
Procesos de la gestión documental
Un sistema de gestión documental por lo
general se refiere a las siguientes áreas: Almacenamiento, recuperación,
clasificación, seguridad, custodia, distribución, creación, autenticación.
Gestión
y control efectivo: sencillez, rapidez y ahorro De una forma sencilla, la
organización tiene acceso instantáneo a toda la documentación necesaria para su
actividad de negocio, con las ventajas añadidas de la eliminación de
desplazamientos, reducción de tiempo de consultas y tareas de archivo, ahorro de
espacio físico, resolución del problema de localización de documentos...
Uso racional de los
recursos La
gestión documental facilita que la información se comparta y se aproveche de
forma más eficiente y como un recurso colectivo. Como consecuencia, se reducen
drásticamente situaciones como la duplicidad de documentos archivados,
fotocopias innecesarias, dobles grabaciones de datos, etc. Seguridad y
fiabilidad Información, documentos, etc. de gran valor para la organización
pueden custodiarse en locales de alta seguridad, garantizando su perfecto
estado de conservación mientras que, para el uso diario, se dispone de su
réplica electrónica.
Productividad y valor
añadido Una
gestión documental, además de ahorro de costes, genera una productividad y
valor añadido adicionales, originados por el rápido acceso a la información
dentro de la organización y su posterior distribución, sin necesidad de
trasladar los documentos.
Norma lingüística
. Se refiere a lo que establece la comunidad como
realizaciones del habla. La originalidad expresiva del individuo que no conoce
o no obedece la norma, puede ser tornada como modelo por otro individuo, puede
ser imitada y volverse por consiguiente norma. Dentro de la misma comunidad
lingüística nacional y dentro del mismo sistema funcional pueden comprobarse
varias normas: familiar, popular, culta, estudiantil, entre otras, que son
distintas, sobre todo, en lo concerniente al vocabulario, y a menudo, en las
formas gramaticales y en la pronunciación.
Definición
Al definir
el concepto de norma lingüística no se trata de la norma en el sentido
corriente, establecida o impuesta según criterios de corrección; sino de la
norma objetivamente comprobable en una lengua, la norma que
siguen los hablantes necesariamente por ser miembros de una comunidad
lingüística y no aquella según la cual se reconoce que «hablan bien».
Lo que en realidad se
impone al individuo, limitando su libertad expresiva y comprimiendo las
posibilidades ofrecidas por el sistema, dentro del marco fijado por las
realizaciones tradicionales, es la norma.
Hjelmslev define la norma
como el conjunto de rasgos distintivos que, en la manifestación concreta del
sistema de la lengua, permiten reconocer los elementos entre sí. El uso
consiste en los fenómenos semántico-fonéticos mediante los cuales el sistema se
manifiesta realmente.
Para Coseriu la norma es el
conjunto de las obligaciones impuestas, en una sociedad determinada, por su
realización efectiva, incluyendo en el conjunto los rasgos no distintivos y las
variantes contextuales.
Historia.
La palabra norma proviene del latín norma, y fue
documentada en 1616. Tradicionalmente, se hacía referencia a la norma
establecida por la Academia de
la Lengua Española, y se consideraba que eran sus dictados los que
fijaban el uso y le daban esplendor y unidad al idioma
español. Como modelo lingüístico, se tomaba la lengua literaria,
siguiendo el patrón latino de imitar las obras de los grandes poetas clásicos,
con lo que se aspiraba a lograr la perfección en el uso del lenguaje.
La norma, como aquello que garantiza el
uso correcto de la lengua, estuvo siempre presente en la enseñanza tradicional,
cuyo fin era dotar al alumno de las reglas que le permitieran establecer las
diferencias entre lo correcto y lo incorrecto. En los países de habla hispana,
tal afán correctivo se sustentaba en el predominio de lo establecido por la
Academia en detrimento de los usos generalizados en cada uno de ellos, los que
carecían de suficiente prestigio lingüístico.
El rechazo a las normas en las primeras
décadas del siglo XX,
tuvo lugar a partir del desarrollo de la lingüística sistémica. Los lingüistas
comenzaron a utilizar la norma desde otro punto de vista. El concepto de norma
se ha ido modificando en la misma medida en que ha avanzado el conocimiento
científico acerca del lenguaje, la lengua y el habla.
En los últimos años, con el
fortalecimiento de las academias de la lengua en las diferentes naciones del
mundo hispano, el avance de las comunicaciones en
la red de redes y la ampliación de los miembros de número de la Academia de la
Lengua Española, que informan sistemáticamente acerca de los usos que se
generalizan en sus respectivos países y colaboran en la elaboración de los
nuevos diccionarios,
ha tenido lugar la aceptación de múltiples voces, así como de sus variaciones
locales, lo cual es expresión de una apertura democrática, que debe fortalecer
la unidad y favorecer la aceptación de la diversidad.
Características.
·
La norma lingüística contiene solo lo
que en el hablar concreto es repetición de modelos anteriores e implica la
eliminación de todo lo que en el habla es aspecto totalmente inédito, variante
individual, ocasional o momentánea.
·
Está sujeta a limitaciones de orden
social (necesidad de comprensión y exactitud) y de orden lingüístico
(estabilidad de la lengua).
·
Es a la vez, actividad lingüística,
producto lingüístico y obligatoriedad.
·
La norma es variable, según los límites
y la índole de la comunidad.
·
Puede coincidir aparentemente con el
sistema —cuando el sistema ofrece una única posibilidad—, así como el habla
puede coincidir con la norma.
·
Diversidad, la lingüística moderna
reconoce entre la diversidad de normas, la familiar, culta, la vulgar, la
popular y otras.
·
Es más limitada que el sistema, pues
nace de la asignación de un valor social determinado a ciertas realizaciones
del sistema y no al sistema en su totalidad.
·
Los conceptos que con respecto a la
norma se dan son «normal» y «anormal» y no «correcto» «incorrecto». Muchas
veces la «norma normal» no coincide con la «norma correcta».
·
Se encuentran en la norma elementos
constantes, pero no pertinentes desde el punto de vista funcional porque no se
clasifican en el sistema.
·
Es un puente entre sistema y
realización (habla), patrón lingüístico capaz de generar una serie de
realizaciones acordes con las exigencias del grupo social, y de este modo,
influye sobre la actividad lingüística de los hombres en sociedad.
·
Es un agente de cambio no solo de unas
realizaciones del sistema por otras
·
(habla), sino también de cambio dentro
del sistema (incorporación de nuevos paradigmas impuestos por la norma).
·
Está dada por las preferencias de
determinado grupo de la comunidad lingüística y no constituye una barrera para
la comunicación.
·
Los hechos de la norma pueden
producirse en cualquier plano: fónico, morfosintáctico o léxico.
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